¿Qué pensaría de un actor que, en el cine o en el escenario, actuara mientras lee su texto? Probablemente pensarás que no se mete en la piel del personaje y estarás en lo cierto. En la música, es lo mismo. Para realizar bien un trabajo, hay que poder expresarse con la máxima libertad y, por tanto, no estar encorsetado por la lectura. Jugar de memoria es también ganar confianza en uno mismo y tener la libertad de jugar en cualquier circunstancia. Por ejemplo, supongamos que te invitan a casa de un amigo y te piden que toques el piano (o el acordeón). Por supuesto, no tienes una partitura contigo. Pero, como te sabes varias piezas de memoria, esto no será un problema y podrás compartir con ellos un buen momento de emoción musical. Jugar de memoria se puede aprender. http://www.piano-attitude.com/6-conseils-pour-reussir-a-jouer-par-coeur/